Camilo Egas (Quito 1889 – Nueva York 1962), estudió en la Escuela de Bellas Artes, donde luego se incorporó como profesor. Complementó sus estudios en las academias Real de Roma y Asia, San Fernando de Madrid y Colarroisse de París. En 1937 se mudó a Nueva York. Desde 1935 hasta 1962, ocupó el cargo de director de la Escuela de Pintura de la New School for Social Research.

En 1918 obtuvo el primer premio de pintura Mariano Aguilera por sus obras «San Juanito», «Las Sahumeriantes» y «Las Floristas». En 1923 volvió a ganar por su obra «Retrato de Mujer».

Con las obras «San Juanito» y «Las Floristas», Egas concursó también para profesor de pintura en la Escuela de Bellas Artes, ganando el puesto a Víctor Mideros y Abraham Moscoso.

Según Trinidad Pérez, » San Juanito» y «Las Floristas» exaltan un “nuevo cuerpo” que representa un renovado interés de la época por “dar visibilidad a un grupo humano que en el mundo legal había sido invisibilizado por la sociedad dominante”. Se trata de una presencia activa, no petrificada que nos muestra la cotidianidad indígena desde diferentes dimensiones. No obstante, la paleta y pincelada impresionitas revela una imagen idílica de la realidad indígena,  una apuesta estética que, a pesar de no seguir estrechamente los dictámenes de la academia (por su pincelada suelta que alude al movimiento, la falta de centralidad, la primacía de la pintura por sobre el dibujo), hacía referencia a las imágenes femeninas de los frisos griegos. Las valoraciones de la época sobre estas obras dan cuenta también de estas contradicciones:

(…) no ve el paisaje desnudo, sino el alma, el sentido que corre por todo él como una brisa anímica, viviente; y, ante el hombre –sus indios— el residuo de una raza; les siente con las armonías y el encanto del pasado, de lo que se extingue, con todos sus lastimeros sentires. Sus indios no son los rústicos imbecilizados por el blanco que vive de sus sudores pero al encontrarlo al paso lo ladea; son un símbolo, una encarnación de la sensibilidad y modulaciones del alma de esa raza que vemos en sus lienzos dignificados, enaltecidos, con toda la grandeza y sentimiento que egoístamente nos empeñamos por desconocerlos”. (“El criollismo de Egas” Revista de la Escuela de Bellas Artes, Quito, 1917).

Egas también fue fundador de la Revista Hélice en 1926. Esta surgió como una apuesta creativa que pretendía modernizar las letras y el arte nacional.

A pesar que esta es la faceta más conocida a nivel nacional, el artista exploró también otro tipo de poéticas. En New York por ejemplo, atravesado por el impacto de la crisis de 1929, desarrolló un tipo de pintura expresionista, donde mostraba una realidad más cruda, donde destacaba el aislamiento de ciertas personas dentro de la sociedad. Luego apostó por una producción surrealistas y abstracta. 

Calle 14, Camilo Egas (1937)

 Produjo algunos murales, la mayoría con destinos poco afortunados.  Para conocer más sobre esta faceta se recomienda ver el documental “El Mural”(2016) de Daniela Merino, expuesto en MARIANO ARCHIVOS, que  presenta la restauración de “Festival Ecuatoriano”, una obra del pintor Camilo Egas ubicada en la New School de New York. También se puede consultar el texto “En busca del mural de Camilo Egas en la Feria Mundial de 1939” de María Helena Barrera-Agarwal. Para saber más sobre la producción general del artista se pueden revisar los estudios de Trinidad Peréz, como “Raza y modernidad en Las Floristas y San Juanito de Camilo Egas” (2004), «El pintor de nuestro tiempo» (1983) de Mónica Vásquez  y Camilo Egas, «Un hombre secreto» (2009) de Santiago Carcelén. 

Fotografía de Camilo Egas, Berenice Abbott

Archivos Fundación Biblioteca Ecuatoriana Aurelio Espinosa Pólit

Las Sahumeriantes, Camilo Egas (1918). Primer Premio de Pintura, 1918. Premio Nacional de Artes Mariano Aguilera
San Juanito, Camilo Egas (1918). Primer Premio de Pintura, 1918. Premio Nacional de Artes Mariano Aguilera
Las Floristas, Camilo Egas (1916). Óleo sobre lienzo, 150 x 239 cm. Primer Premio de Pintura, 1918. Premio Nacional de Artes Mariano Aguilera

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